Sin salida al mar, pero sin límites: cómo los países sin litoral están convirtiendo las barreras en puentes
  Para casi mil millones de personas que viven en países sin litoral, cada viaje al mundo exterior es muy largo. Los productos demoran más semanas en llegar a los mercados, los agricultores pagan más para exportar sus cultivos y los negocios luchan para competir ya que cada envío tiene que cruzar primero la frontera de otro país. Si a esto le sumamos el incremento de los costos por desastres climáticos, el acceso digital limitado y la habitual falta de inversión, está más que claro por qué estas naciones se enfrentan a los desafíos más difíciles del desarrollo.
Para abordar dichos desafíos, líderes mundiales acordaron una nueva hoja de ruta a 10 años, el Programa de Acción de Awaza para los Países en Desarrollo sin Litoral, que será el centro de atención de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países en Desarrollo sin Litoral (PDSL3). Alrededor del mundo, los Coordinadores Residentes (CR) junto a sus equipos convierten ese compromiso en acción y ayudan a que los países se conecten, se adapten, comercialicen y prosperen.
Reduciendo la brecha digital
Ya que la economía global es cada vez más digital, los PDSL corren el riesgo de quedar atrás por no tener un mejor acceso a internet. La economía digital puede abrir nuevos mercados, crear aulas en aldeas remotas y hacer que los servicios del gobierno sean más transparentes, pero para muchos países sin litoral, la promesa de la transformación digital aún está fuera de su alcance. El acceso a internet es desigual, en especial en áreas rurales y a menudo mujeres, niñas y personas mayores son olvidadas. El plan de Awaza prioriza la inclusión digital, desde un mejor acceso a internet hasta centros de negocios en línea.
En Zambia, el CR pone en marcha el impulso de toda la ONU para emplear tecnología en educación, servicios y trabajos. El equipo de la ONU en el país (ENUP) está implementando centros rurales de Información, Comunicación y Tecnología, en donde mujeres y niñas pueden adquirir habilidades digitales y navegar a salvo en línea. Las agencias de la ONU también están capacitando a los pequeños negocios en el uso de plataformas de comercio electrónico y pagos móviles, lo que ayuda a más de 200 emprendedores a expandirse. El Pasaporte de Aprendizaje, respaldado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y Microsoft, ahora brinda clases en línea a más de 300 000 estudiantes, muchos en comunidades remotas.
En Mongolia, el CR y el ENUP apoyan las iniciativas para expandir la plataforma del gobierno “e-Mongolia” y así alcanzar comunidades remotas y marginadas. La ONU está ayudando a establecer el primer Centro de Capacitación Digital del país en la provincia de Darkhan-Uul, que capacita a profesores, funcionarios públicos y padres. Los servicios móviles ahora llegan hasta los pastores nómadas y facilitan la prestación de servicios públicos digitales en asentamientos remotos.
En Paraguay, el ENUP está respaldando la inclusión digital mediante el desarrollo de competencias en gobernanza digital e innovación. Mediante el respaldo a instituciones como el Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, la ONU ha ayudado a digitalizar registros administrativos, desde datos forestales hasta reclamos laborales y registros sindicales, mejorando la transparencia y la prestación de servicios entre el Ministerio de Trabajo, el Instituto Nacional de Estadística y el Instituto Forestal Nacional. Los sistemas de gestión de fronteras se están modernizando con sistemas de datos biométricos como lo es el Sistema de Autenticación de Identidad (MIDAS), los cuales mejoran la seguridad y la eficiencia. Con el apoyo de la ONU, se está preservando digitalmente el legado de textos en guaraní para así salvaguardar el conocimiento indígena. 
 
Financiando el desarrollo
Grandes planes necesitan grandes recursos, sin embargo, para muchos países sin litoral encontrar ese dinero es uno de los desafíos más difíciles. Las deudas son altas, la ayuda no da abasto y el financiamiento climático lucha constantemente para alcanzar los países que más lo necesitan. El Programa de Acción de Awaza exige formas más sostenibles e inteligentes para financiar el desarrollo.
En Ruanda, bajo el liderazgo del CR, el ENUP está trabajando con el gobierno para transformar el comercio transfronterizo en un motor de desarrollo inclusivo y sostenible. Mediante el Fondo Conjunto para los ODS, el programa “Amplificando oportunidades digitales en el comercio transfronterizo”, implementado con la ayuda de la Unión Europea (UE), de la ONU y de sus asociados ha movilizado 5 millones de dólares adicionales en el 2024 para impulsar las soluciones digitales innovadoras que conectan a pequeños comerciantes, en especial mujeres, con los mercados, servicios y herramientas financieras en toda la frontera de Ruanda con la República Democrática del Congo (RDC). Entre las iniciativas está la optimización de los procedimientos de comercialización, la mejora de la inclusión financiera a través de tecnofinanzas, la generación de competencias institucionales y la creación conjunta de modelos de negocios escalables, que ayudan a que los comerciantes pasen de hacer actividades informales a formalizar su emprendimiento. Mientras tanto, en Uganda, el CR movilizó a actores del desarrollo y lideró una serie de diálogos sobre el financiamiento para el desarrollo en el 2025. Convocados tanto por el gobierno como por las alianzas para el desarrollo, dichos diálogos sentaron las bases para una hoja de ruta nacional sobre el financiamiento para el desarrollo y reflejaron el cambio estratégico de Uganda hacia soluciones innovadoras, conjuntas e impulsadas localmente. 
 
Abordando los riesgos climáticos
Para los países sin litoral, el cambio climático amenaza diariamente sus vidas y su sustento económico. Las sequías marchitan los cultivos, las inundaciones destruyen caminos y a menudo su recuperación es lenta y costosa. El Programa de Acción de Awaza exige urgentemente la construcción de infraestructura resiliente al clima la expansión de sistemas de aviso temprano y el acceso a fondos mundiales para el medio ambiente, así los países se pueden preparar, no solo reaccionar.
En Lesoto, el ENUP aborda estos riesgos al priorizar la agricultura climáticamente inteligente, los sistemas alimenticios y el acceso a la energía. Tan solo en el 2024, más de 26 000 familias agrícolas recibieron insumos y semillas resilientes frente al cambio climático mientras que cientos de agricultores fueron capacitados en agricultura de conservación y manejo sostenible de la tierra con la ayuda de la ONU. En las partes montañosas más remotas del país, la ONU respaldó la electrificación con minirredes, lo que no solo les dio electricidad a los hogares, sino que también mejoró los servicios de salud, la educación y las economías locales. 
 
En Botsuana, el CR y el ENUP están ayudando a ampliar la energía renovable, que incluye la expansión del Programa de Tecnología de producción de Biogás. Con el respaldo de la ONU y el financiamiento del Fondo Mundial para el Medio Ambiente y el Gobierno de Botsuana, ahora más de 300 digestores de biogás generan energía limpia para las comunidades y reducen su dependencia en combustibles tradicionales. La iniciativa también ha creado empleos ecológicos al capacitar a los jóvenes en la creación y el mantenimiento de sistemas y generó oportunidades para mujeres en energía renovable al conectar las acciones climáticas con el sustento y la igualdad.
 
Removiendo barreras comerciales
Para los países sin litoral, transportar productos por la frontera es rara vez rápido o económico. Los camiones pueden esperar durante días en los puestos de aduanas y los interminables trámites suben los costos tanto para los exportadores como para los importadores. El Programa de Acción de Awaza exige reglas más simples, sistemas digitales y una cooperación más estrecha entre los vecinos, así los productos pueden moverse más rápido y ser más económicos, lo que liberaría el comercio y crearía empleos.
En la República Democrática Popular Lao, el ENUP, bajo el liderazgo del CR, está ayudando a que los negocios superen las trabas comerciales mediante el Centro Agrícola para la Nutrición (AFN, por sus siglas en inglés). Con la ayuda del AFN, el emprendedor, Somsai Vilaysouk, fundador de Vilaysouk Import Export, obtuvo un préstamo para construir un almacén y centros de secado. Ahora está exportando cardamomo, raíz roja y maíz a China e importando semillas de Vietnam. Su compañía ha generado empleos y a su vez garantizado que los agricultores vendan sus cultivos a clientes fijos.
En Kazajistán, el ENUP ayuda a abrir nuevas puertas hacia el comercio internacional. Con más de 12 000 usuarios en el Portal de Comercio de Kazajistán, los negocios locales acceden a información clave del mercado con mayor facilidad. Gracias al apoyo de la ONU, los datos comerciales de Kazajistán ahora son parte del Global Trade Helpdesk (Servicio mundial de asistencia relacionada con el comercio), lo que estimula la transparencia y el alcance internacional.
Los desafíos que enfrentan los países sin litoral son exorbitantes, pero no insuperables. Durante el PDSL3, el Programa de Acción de Awaza ofrecerá una oportunidad para derribar barreras antiguas y construir nuevos caminos y los Coordinadores Residentes de la ONU ya están ayudando a que sus países den los primeros pasos.