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IIris Arroyo se vio obligada a migrar a Estados Unidos hace un par de décadas para buscar oportunidades económicas. Cuenta que trabajaba 19 horas al día y tenía tres trabajos distintos. Ahora, la alcaldesa de Puriscal, un cantón rural de San José, pelea por un desarrollo sostenible desde el poder local: Los recursos en el mundo existen, pero requieren una justa distribución en las comunidades.

El futuro de la humanidad depende de la energía, las ideas y las aportaciones inagotables de la juventud. Apoyemos y acompañemos hoy y todos los días a los jóvenes en la construcción de un mundo justo y sostenible para las personas y para el planeta.