En pocas palabras, no hay forma fácil de esquivar esta “nueva normalidad” derivada de la pandemia. Pero, en medio de tantos desafíos, el Perú también ha ofrecido algunas lecciones importantes.
El pueblo de Afganistán necesita un salvavidas. Tras décadas de guerra, sufrimiento e inseguridad, se enfrentan a la que quizá sea su hora más aciaga. Ahora es el momento de que la comunidad internacional esté de su lado.
La celebración del 75º aniversario de la ONU el año pasado dio lugar a un importante debate interno sobre su futuro, y a una nueva dirección que se aleja del consenso posterior a la Segunda Guerra Mundial de los albores de la organización. Estas reflexiones han dado lugar a nuestra agenda común, un nuevo e histórico informe publicado hoy por el Secretario General de la ONU, en el que expone su visión del futuro de la cooperación mundial.
La viabilidad de nuestras sociedades está en juego debido al cambio climático. Si los humanos hemos de resolver esta crisis existencial, será en gran parte gracias a los esfuerzos y sabiduría de los pueblos indígenas. Cuando la resiliencia de estas comunidades es puesta a prueba, las mujeres indígenas no dudan en tomar las riendas.
La COVID-19 y otros desafíos siguen poniendo en peligro la salud y el bienestar de las personas en todo el mundo. Los equipos de las Naciones Unidas en los países no se dan por vencidos. Siguen luchando con una determinación constante. Hoy destacamos algunos de los esfuerzos coordinados.
Socotra, al sur de la Península Arábiga, significan “morada insular de la dicha” en sánscrito. Es un centro de vacaciones para personas de todo el mundo que van a disfrutar del impresionante paisaje y la fascinante fauna, así como del buceo, el submarinismo y el senderismo.
Con motivo del primer aniversario de la explosión de Beirut, el equipo de las Naciones Unidas en el país y el cuerpo diplomático guardan un minuto de silencio en honor a las víctimas.
Son las 5 de la mañana y Ceferina, jornalera agrícola migrante de 30 años de edad, comienza su día en el municipio de Autlán en el sur de Jalisco, México. Ella junto con su familia vive en un albergue al que han accedido por trabajar en los cultivos de hortalizas y caña; ahí comparten parte de sus días, con muchas más familias jornaleras provenientes de diferentes partes del país, principalmente del sur de México.
Han pasado seis meses desde el golpe militar en Myanmar, donde hay una gran preocupación por el creciente impacto de la crisis que se está profundizando a nivel político, humanitario y de derechos humanos, afectando así a la población del país.