Los grandes retos que enfrenta el mundo, agravados por la pandemia de COVID-19, nos alejan del logro de un desarrollo sostenible, pero no todo está perdido ni estamos desvalidos, asegura el titular de la ONU.
Por su magnitud, su duración y los cambios que ha generado, la pandemia de la COVID-19 ha demostrado muy rápidamente ser una crisis multidimensional, que afecta a las esferas sanitaria, social, económica y humana de nuestras sociedades.
La celebración del 75º aniversario de la ONU el año pasado dio lugar a un importante debate interno sobre su futuro, y a una nueva dirección que se aleja del consenso posterior a la Segunda Guerra Mundial de los albores de la organización. Estas reflexiones han dado lugar a nuestra agenda común, un nuevo e histórico informe publicado hoy por el Secretario General de la ONU, en el que expone su visión del futuro de la cooperación mundial.
Durante la semana en la cual la ONU conmemora los Días Internacionales de los Pueblos Indígenas (9 de agosto) y de la Juventud (12 de agosto), conozca cómo los jóvenes indígenas enseñan a los niños y niñas sobre la COVID durante la pandemia.
Son las 5 de la mañana y Ceferina, jornalera agrícola migrante de 30 años de edad, comienza su día en el municipio de Autlán en el sur de Jalisco, México. Ella junto con su familia vive en un albergue al que han accedido por trabajar en los cultivos de hortalizas y caña; ahí comparten parte de sus días, con muchas más familias jornaleras provenientes de diferentes partes del país, principalmente del sur de México.
Durante esta pandemia, yo tuve el honor de pronunciar un discurso de apertura. Al preparar mi discurso, pensé en el futuro al que se enfrentan los jóvenes hoy en día y en cómo me sentía yo a esa edad, lleno de energía y aspiraciones, lista para enfrentarme al mundo.
La pandemia de la COVID-19 ha puesto a prueba las infraestructuras y los recursos de Jordania, lo que, a su vez, ha repercutido sustancialmente en la sociedad jordana y ha supuesto obstáculos adicionales para las comunidades de refugiados, especialmente para las mujeres y las niñas de estas comunidades. Hoy destacamos tres inspiradoras historias de resiliencia.
Los equipos de las Naciones Unidas en los países siguen esforzándose por proporcionar a las autoridades locales y nacionales de todo el mundo apoyo en la lucha contra la COVID-19. Hoy destacamos algunos de esos esfuerzos.
Los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID) se enfrentan a un conjunto compartido de retos geográficos, medioambientales, económicos y sociales, y padecen necesidades de desarrollo únicas y una vulnerabilidad extrema. La frecuente exposición a los peligros y desastres naturales intensificados por el cambio climático y los choques económicos externos causados por la COVID-19 son perjudiciales para estas naciones insulares.
“El agua para mí es todo, hoy en día realmente la necesito, me equilibra, la necesito observar y estar siempre en contacto con ciudades que tengan agua, y a su vez me moviliza y cada vez me causa mayor sufrimiento verla contaminada, de ahí nace mi motivación para hacerme cargo de esta problemática que es de todos”, explica Yago.