Llegué a Somalia en septiembre de 2019, dos décadas después de haber trabajado aquí anteriormente. Yo sabía que estaba asumiendo una misión desafiante, pero también tenía ganas de ver el progreso de Somalia. Afectada por décadas de conflicto, crisis climáticas recurrentes, brotes de enfermedades y pobreza, a Somalia a menudo se le llamaba ‘Estado fallido’. La narrativa está cambiando ahora y, aunque el proceso es frágil, Somalia está en camino hacia la estabilidad, y la resiliencia del pueblo somalí es insuperable.
Los equipos de las Naciones Unidas están intensificando sus esfuerzos en todo el mundo para hacer frente a la COVID-19 y a su variante más reciente: ómicron. También están ayudando a los países a enfrentarse a retos multidimensionales como el aumento de la violencia de género y la inestabilidad política.
Cada año, en todo el mundo, miles de voluntarios de docenas de profesiones se unen a las misiones de diferentes entidades de la ONU para trabajar sobre el terreno. Todos los voluntarios que prestan servicio en 150 países y territorios están coordinados por una agencia llamada Voluntarios de las Naciones Unidas, o VNU para abreviar.
Los equipos de país de Naciones Unidas de Argentina, Bolivia y Paraguay culminaron recientemente una misión de diez días que recorrió varias comunidades en el Chaco boliviano y paraguayo, atravesando fronteras con un objetivo común: acercar a los equipos de Naciones Unidas al territorio, a las autoridades locales y a las comunidades además de identificar las necesidades de las personas más vulnerables, así como las herramientas de colaboración en el marco de la Agenda 2030 y bajo el lema de “no dejar a nadie atrás”.
Más de un millón de personas en Burkina Faso han sido desplazadas de sus hogares, víctimas del conflicto y la pobreza. Sin embargo, tras una reciente visita a las regiones del centro y el norte del país, Barbara Manzi, Coordinadora Residente y Humanitaria en Burkina Faso, afirma que se encontró con un pueblo resiliente y dispuesto a encontrar sus propias soluciones, en pos de un futuro mejor.
Con motivo del quinto aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz que terminaron un conflicto de más de 50 años en Colombia, António Guterres viajará al país y, entre otras actividades, visitará el poblado de Llano Grande. Esta pequeña aldea es un ejemplo de cómo la paz y la reconciliación son posibles hasta un punto tal que ahora los antiguos enemigos se consideran a sí mismos “una familia”.
El 14 de noviembre, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, nombró a José Miguel Barreto, del Perú, como Coordinador Residente de las Naciones Unidas en Guatemala, con la aprobación del Gobierno anfitrión.
Haití se enfrenta a una serie de “carreras contrarreloj” para hacer frente a las crisis que, si no se abordan, podrían tener graves y negativas consecuencias para el futuro del país a largo plazo, según el funcionario de mayor rango de la ONU en materia de ayuda humanitaria y desarrollo en el país.
En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), cuyo inicio tuvo lugar el 31 de octubre de 2021, el Secretario General de la ONU convocó el 24 de septiembre un diálogo de alto nivel sobre energía, bajo el lema "Acelerar la acción para alcanzar el ODS7 en apoyo de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París". Al ser la primera reunión mundial dedicada exclusivamente a la energía, desde la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Fuentes de Energía Nuevas y Renovables de 1981, este diálogo constituyó una oportunidad histórica para promover la aceleración de la acción en favor de una energía limpia y asequible para todos de cara al 2030 (ODS7) y de la transición a emisiones netas cero de carbono (ODS 13) para 2050.
Si el mundo va a derrotar a la COVID-19 y reconstruir para mejorar, también se debe lograr una mayor medida de igualdad entre los géneros. Ambas cosas están estrechamente vinculadas. Por eso, en respuesta a la crisis, muchos países están contando con más mujeres en el liderazgo como clave para lograr un futuro igualitario.