En Siria, las comunidades sufren bajo el peso de la prolongada guerra, una crisis económica en escalada y la pandemia de COVID-19. Más de 11 millones de personas en todo el país necesitan apoyo humanitario.
Poco más de un año antes de que surgiera el nuevo coronavirus, países de todo el mundo se unieron para adoptar el Pacto Mundial sobre los Refugiados (GCR, por sus siglas en inglés), un nuevo marco para gestionar grandes movimientos de refugiados de manera más equitativa entre los Estados.
En Costa Rica se ha establecido un nuevo programa conjunto, para brindar herramientas a las personas cogestoras sociales, orientado a la protección básica de las familias y la autonomía económica de las mujeres en tres cantones.
Casi 820 millones de niños en todo el mundo no cuentan con instalaciones básicas para lavarse las manos en la escuela, lo que los pone en mayor riesgo de contraer COVID-19 y otras enfermedades transmisibles, según un informe publicado el jueves por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF.
Cada día, cientos de miles de niñas de todo el mundo sufren daños físicos o psicológicos con el pleno conocimiento y consentimiento de sus familiares, amigos y de sus comunidades, y si no se toman medidas urgentes, la situación podría empeorar.
La pandemia de COVID-19 ha puesto en riesgo vidas, trabajos y servicios esenciales en todas partes y ha servido para resaltar y exacerbar las injusticias sociales y económicas que sustentan a tantas sociedades.