COVID-19 es un virus amenazante que se ha extendido ferozmente por todo el mundo. Desafortunadamente, las comunidades que ya eran vulnerables corren un riesgo aún mayor durante la pandemia. Los equipos de las Naciones Unidas en los países y territorios de todo el mundo están intensificando sus esfuerzos para proporcionar un apoyo específico e innovador para llegar a los más vulnerables.
Los cierres de escuelas en Myanmar como resultado de la pandemia COVID-19 han afectado a millones de estudiantes.El equipo de las Naciones Unidas en el país está trabajando con las autoridades del país para garantizar que el sistema educativo sea más resiliente y que la escolarización de los niños esté protegida en la mayor medida posible.
La batalla contra la COVID-19 continúa para países de todo el mundo. Los equipos en el terreno mantienen su firme compromiso de luchar contra la COVID-19.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) firma un Memorando de Entendimiento (MOU, por sus siglas en inglés) con el gobierno de Santa Lucía para apoyar una expansión a 1.000 hogares del Programa de Asistencia Pública (PAP, por sus siglas en inglés) para esta nación, como parte de la respuesta del país a la COVID-19.
Desde la banca hasta la entrega de alimentos y la reserva de taxis, Uganda se está acostumbrando rápidamente a muchas de las herramientas en línea que son comunes en las economías desarrolladas y que no dependen de las interacciones cara a cara.
En enero, Tailandia se convirtió en el segundo país en confirmar un caso de COVID-19. Pero, desde entonces, el país ha mostrado una resistencia notable y, a fines de julio, no se había registrado ningún caso de transmisión nacional durante casi dos meses. Gita Sabharwal, Coordinadora Residente de la ONU en Tailandia, explica que este éxito se debe a una combinación de acción gubernamental, responsabilidad social y solidaridad comunitaria.
En Bangladesh, las otrora bulliciosas calles de Dhaka están inquietantemente tranquilas. El Gobierno, las Naciones Unidas, las organizaciones de la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales han realizado enormes esfuerzos para tratar de minimizar la propagación del virus y hacer frente a las consecuencias económicas. Otro actor importante ene ste escenario es el sector privado, especialmente la vibrante cultura asociadas a las empresas emergentes (start-ups, en inglés) en el país.
Los equipos de las Naciones Unidas en todo el mundo están trabajando junto con gobiernos y asociados para abordar las necesidades inmediatas de su país. Estas son algunas de las respuestas coordinadas a COVID-19 en todo el mundo a partir del 8 de mayo de 2020.