Tres meses después de que un devastador terremoto asolara el suroeste de Haití, un hospital que quedó en gran parte destruido ha seguido proporcionando a las madres y a sus bebés los cuidados que necesitan.
Con motivo del quinto aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz que terminaron un conflicto de más de 50 años en Colombia, António Guterres viajará al país y, entre otras actividades, visitará el poblado de Llano Grande. Esta pequeña aldea es un ejemplo de cómo la paz y la reconciliación son posibles hasta un punto tal que ahora los antiguos enemigos se consideran a sí mismos “una familia”.
Hace un año, el impacto combinado de las tormentas Eta e Iota causó una devastación generalizada en Guatemala y otros países de Centroamérica y el Caribe, afectando a casi 9,3 millones de personas y desplazando a cerca de 1,7 millones de personas en toda la región.
El año pasado, en la Ciudad de México, más de 500 participantes de 50 países, incluidos representantes de gobiernos, líderes indígenas, investigadores, asociados del sector privado y otras partes interesadas, adoptaron una hoja de ruta estratégica para el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (2022-2032), que fue proclamado por la Asamblea General con la UNESCO a la cabeza, trabajando junto con el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas (DAES) y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH).
Haití se enfrenta a una serie de “carreras contrarreloj” para hacer frente a las crisis que, si no se abordan, podrían tener graves y negativas consecuencias para el futuro del país a largo plazo, según el funcionario de mayor rango de la ONU en materia de ayuda humanitaria y desarrollo en el país.
Cuando el conflicto armado estalló en el este de Ucrania en 2014, fue el comienzo de una era tumultuosa e insegura. Muchos ucranianos huyeron de la zona, cerca de la frontera con Rusia, y lo dejaron todo atrás–sus medios de vida, sus hogares, sus comunidades y a veces incluso a sus familiares–en busca de seguridad.
Hama Sorka, un pescador de 75 años de Saguia, en Niamey, Níger, observa el lugar donde se encontraba su casa antes de ser arrasada por las inundaciones que asolaron su barrio en octubre de 2020.
Las agencias de la ONU lamentan profundamente el naufragio de una embarcación el pasado 11 de octubre en Acandí, Colombia, que transportaba a unas 30 personas hacia Panamá. En esta tragedia perdieron la vida tres personas y otras seis, incluyendo tres menores de edad, se encuentran desaparecidas, según informaron las autoridades colombianas.
El mundo está en problemas. No hay más que ver el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (Intergovernmental Panel on Climate Change, IPCC), que el Secretario General de la ONU, António Guterres, calificó de “código rojo para la humanidad”.
Los grandes retos que enfrenta el mundo, agravados por la pandemia de COVID-19, nos alejan del logro de un desarrollo sostenible, pero no todo está perdido ni estamos desvalidos, asegura el titular de la ONU.