La lucha contra COVID-19 continúa y también lo hace el trabajo de nuestros equipos de las Naciones Unidas en los países y territorios en todo el mundo. Los equipos están entregando equipamiento médico y de protección personal, auxiliando a las autoridades en los despliegues nacionales de vacunación y ayudando con la recuperación y respuesta generales.
En las comunidades rurales y fronterizas, una innovadora campaña móvil combina el registro de nacimientos con alimentos y suministros de higiene, llevándolos a las puertas de las familias.
COVID-19 amenaza la salud y la nutrición de casi dos mil millones de personas solo en Asia y el Pacífico. La pandemia es una situación devastadora que ya es frágil para miles de millones en todo el mundo. Los equipos de las Naciones Unidas en todo el mundo están ayudando a abordar algunos desafíos fundamentales para la seguridad, la salud y la seguridad alimentaria de las personas. Hoy, destacamos algunos de los esfuerzos coordinados.
Los equipos de las Naciones Unidas continúan trabajando con las autoridades nacionales y locales en todo el mundo para garantizar la seguridad y dignidad de los refugiados y migrantes, las comunidades indígenas y los niños. Sus esfuerzos apoyan el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas y de salud de los países, incluidas mejores condiciones de vida para las personas en mayor riesgo, capacitación, suministros y equipo para salvar vidas, protección de los derechos humanos y ayuda para garantizar que ningún adulto o niño se quede atrás.
A finales de 2020, COVID-19 había acabado con la vida de casi 2 millones de personas y dejó a muchos millones más con lesiones duraderas. También condujo a mayores crisis a nivel de salud, empleo, educación, violencia doméstica, migración, y más. Son muchos fuegos que apagar. Pero las Naciones Unidas están diseñadas para hacer frente a muchos desafíos a la vez.
A medida que el mundo concluye el año 2020, reconocemos los continuos esfuerzos coordinados de los equipos de la ONU en todo el mundo. Hoy, destacamos parte del trabajo que se lleva a cabo en todo el mundo.
Kika se para fuera de su puerta y saluda a sus vecinos antes de abrir la puerta azul que conduce a su sala de estar. En el otro extremo hay un televisor que funciona con energía solar, cuidadosamente rodeado por un grupo de asientos de plástico. Desde que se completó su nueva casa hace casi un año, la vida de Kika ha cambiado para mejor.
El paso de las tormentas tropicales Eta e Iota dejó graves consecuencias humanitarias, conoce algunas de las historias de personas afectadas en el país.