Hoy, el Fondo Conjunto de las Naciones Unidas para los ODS anuncia una cartera de US$ 41 millones para catalizar el financiamiento estratégico para acelerar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La asignación amplía las inversiones del Fondo Conjunto para los ODS hasta la fecha a la suma de US $ 223 millones, que abarca la programación en 112 países en pro de la protección social integrada y las inversiones en los ODS.
Los yemeníes están viviendo actualmente la mayor crisis humanitaria del mundo, un desastre agravado por el impacto de la pandemia de COVID-19 y por la grave crisis económica. Dos tercios de los yemeníes necesitan ayuda humanitaria para sobrevivir. Más de 16 millones de personas pasarán hambre este año.
Asia y el Pacífico es una región dinámica y próspera. ¿Cómo es posible que casi dos mil millones de personas experimenten tal inseguridad alimentaria? Esta cifra es solo una de las conclusiones del último informe anual sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición.
COVID-19 amenaza la salud y la nutrición de casi dos mil millones de personas solo en Asia y el Pacífico. La pandemia es una situación devastadora que ya es frágil para miles de millones en todo el mundo. Los equipos de las Naciones Unidas en todo el mundo están ayudando a abordar algunos desafíos fundamentales para la seguridad, la salud y la seguridad alimentaria de las personas. Hoy, destacamos algunos de los esfuerzos coordinados.
El informe de 2020 sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en la región de Asia y el Pacífico, proporciona una actualización sobre el progreso hacia las metas 2030 (ODS and Asamblea Mundial de la Salud) a nivel regional y nacional.
Desde que COVID-19 cambió nuestro mundo para siempre, las expresiones de alarma y miedo se han combinado con optimismo y esperanza. En todo nuestro planeta, nuestra comunidad global se ha adaptado a las nuevas normas sociales, ha sufrido pérdidas extremas y se prepara para los impactos a mediano y largo plazo de una drástica crisis económica.
Los equipos de las Naciones Unidas continúan trabajando con las autoridades nacionales y locales en todo el mundo para garantizar la seguridad y dignidad de los refugiados y migrantes, las comunidades indígenas y los niños. Sus esfuerzos apoyan el mejoramiento de las condiciones socioeconómicas y de salud de los países, incluidas mejores condiciones de vida para las personas en mayor riesgo, capacitación, suministros y equipo para salvar vidas, protección de los derechos humanos y ayuda para garantizar que ningún adulto o niño se quede atrás.