Los equipos de las Naciones Unidas en el país siguen prestando apoyo médico, logístico y socioeconómico a las autoridades locales, coordinando los recursos para responder a la crisis de la COVID-19. Gracias a una mayor coordinación, estos equipos están movilizando a los asociados locales, regionales y mundiales para proporcionar suministros médicos que salvan vidas a las comunidades vulnerables, combatir la desinformación sobre la eficacia de las vacunas y garantizar una distribución equitativa de las mismas a través del mecanismo COVAX.
Estamos viviendo en una época sin precedentes. La COVID-19 continúa devastando los sistemas de salud, paralizando las economías y exacerbando las desigualdades en todo el mundo. Mientras escribo estas palabras, la región del Caribe sigue siendo un epicentro de la enfermedad, lo que pone de relieve una realidad simple: las crisis globales requieren soluciones globales. Esta pandemia es nuestra oportunidad de fortalecer la colaboración regional y la solidaridad global para abordar nuestros desafíos compartidos y avanzar. Esto solo puede suceder si somos lo suficientemente valientes y dedicados para aprovechar las oportunidades que se nos presentan.
Agenda 2030 y los ODS
Igualdad de género y empoderamiento de las mujeres
En respuesta, los equipos de la ONU en todo el mundo han reunido fuerzas no solo para detener la propagación de la enfermedad, sino para hacer frente a sus numerosos efectos secundarios, desde la pérdida masiva de empleos hasta el aumento de la violencia de género. Aquí hay cinco formas en que la ONU está combatiendo la pandemia.
La desigualdad de género perjudica a mujeres y niñas e impide el desarrollo de sociedades enteras. Cuando las mujeres son libres, iguales y empoderadas, son más felices y saludables individualmente y contribuyen más a la vida de sus familias, comunidades y países.
La conclusión de la reunión regional de revisión de África, organizada por el Gobierno de Malawi, da inicio a una serie de reuniones y eventos que conducen a la histórica Quinta Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Desarrollados, la cual tendrá lugar en Doha, Qatar, a principios de 2022.
Los equipos de las Naciones Unidas en los países de todo el mundo están desempeñando un papel fundamental al apoyar a las autoridades locales y nacionales en la implementación de los esfuerzos de vacunación. También están tomando medidas inmediatas y proactivas para frenar el aumento de casos de ébola en países como la República Democrática del Congo y Guinea.
Desde que COVID-19 cambió nuestro mundo para siempre, las expresiones de alarma y miedo se han combinado con optimismo y esperanza. En todo nuestro planeta, nuestra comunidad global se ha adaptado a las nuevas normas sociales, ha sufrido pérdidas extremas y se prepara para los impactos a mediano y largo plazo de una drástica crisis económica.
Nuestro mundo ha alcanzado un hito desgarrador: la pandemia de COVID-19 se ha cobrado ya dos millones de vidas. Detrás de este número abrumador hay nombres y rostros: una sonrisa que ya solo es un recuerdo, un sitio en la mesa que siempre estará vacío, una habitación donde resuena el silencio de alguien querido que no volverá. En memoria de esos dos millones de almas, el mundo debe ser mucho más solidario.
En su primer gran discurso del año, el Secretario General de la ONU subrayó la necesidad de cooperación mundial para abordar los desafíos actuales, como la pandemia de COVID-19 y el cambio climático.