Los Objetivos de desarrollo sostenible (ODS) son quizás la labor más audaz en pro de la paz y la prosperidad mundiales desde la creación de las Naciones Unidas. Para alcanzar los objetivos se requiere que el sistema de la ONU trabaje unido, como nunca antes, tanto dentro como fuera de los países.
Los equipos de las Naciones Unidas en el país siguen prestando apoyo médico, logístico y socioeconómico a las autoridades locales, coordinando los recursos para responder a la crisis de la COVID-19. Gracias a una mayor coordinación, estos equipos están movilizando a los asociados locales, regionales y mundiales para proporcionar suministros médicos que salvan vidas a las comunidades vulnerables, combatir la desinformación sobre la eficacia de las vacunas y garantizar una distribución equitativa de las mismas a través del mecanismo COVAX.
Estamos viviendo en una época sin precedentes. La COVID-19 continúa devastando los sistemas de salud, paralizando las economías y exacerbando las desigualdades en todo el mundo. Mientras escribo estas palabras, la región del Caribe sigue siendo un epicentro de la enfermedad, lo que pone de relieve una realidad simple: las crisis globales requieren soluciones globales. Esta pandemia es nuestra oportunidad de fortalecer la colaboración regional y la solidaridad global para abordar nuestros desafíos compartidos y avanzar. Esto solo puede suceder si somos lo suficientemente valientes y dedicados para aprovechar las oportunidades que se nos presentan.
Agenda 2030 y los ODS
Igualdad de género y empoderamiento de las mujeres
Europa y Asia Central tienen la oportunidad de colocar a las mujeres y a los jóvenes en el centro de una recuperación más ecológica, más equitativa y más sostenible de la COVID-19; en otras palabras, se trata de un proceso de recuperación que está anclado en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Este fue un mensaje clave de la Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Amina J. Mohammed, cuando presidió la primera Plataforma de Colaboración Regional en Europa del Este, un nuevo mecanismo que reúne a las entidades de las Naciones Unidas que trabajan a nivel regional para el desarrollo sostenible.
Presentamos a mujeres de base que inspiran desde sus puestos de liderazgo y consiguen el cambio duradero para sus comunidades, con el apoyo de las Naciones Unidas.
Igualdad de género y empoderamiento de las mujeres
Desde que COVID-19 cambió nuestro mundo para siempre, las expresiones de alarma y miedo se han combinado con optimismo y esperanza. En todo nuestro planeta, nuestra comunidad global se ha adaptado a las nuevas normas sociales, ha sufrido pérdidas extremas y se prepara para los impactos a mediano y largo plazo de una drástica crisis económica.
A medida que el mundo concluye el año 2020, reconocemos los continuos esfuerzos coordinados de los equipos de la ONU en todo el mundo. Hoy, destacamos parte del trabajo que se lleva a cabo en todo el mundo.
Nos enfrentamos a una pandemia devastadora, a niveles nunca antes vistos de calentamiento global, a nuevas cotas de degradación ecológica y a nuevos reveses en nuestra labor en pos de los objetivos mundiales de un desarrollo más equitativo, inclusivo y sostenible.
La semana pasada, el mundo celebró el Día Internacional de la Niña. El progreso de las adolescentes no ha ido a la par con las realidades a las que se enfrentan hoy en día, y la COVID-19 ha empeorado aún más muchas de estas brechas.
Las Naciones Unidas en Bosnia y Herzegovina han estado compilando una serie de relatos personales que destacan el trabajo extraordinario de las personas durante la respuesta y recuperación de la COVID-19; marcando la conmemoración de la campaña de ONU75 (UN75, por sus siglas en inglés).